La atrofia vaginal, también conocida como síndrome genitourinario de la menopausia, es una condición ginecológica que afecta a un gran número de mujeres, especialmente en la etapa de la menopausia o en aquellas que han atravesado tratamientos que disminuyen los niveles de estrógenos (como quimioterapia o cirugía ovárica). A pesar de su alta prevalencia, muchas mujeres no consultan con un especialista debido a la falsa creencia de que se trata de una consecuencia inevitable del envejecimiento o por pudor a hablar de ello.
¿Qué causa la atrofia vaginal?
La principal causa es la disminución de estrógenos, la hormona sexual femenina encargada de mantener el tejido vaginal hidratado, elástico y bien irrigado. Cuando estos niveles hormonales bajan, como ocurre durante la menopausia, la pared vaginal se vuelve más delgada, menos lubricada y más frágil. Esta alteración también puede afectar a la uretra y la vejiga, provocando síntomas urinarios.
Síntomas que no deben ignorarse
Los síntomas de la atrofia vaginal pueden variar en intensidad, pero suelen incluir:
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Sequedad vaginal persistente
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Picor o escozor vulvar
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Molestias o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
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Ardor o dolor al orinar
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Mayor predisposición a infecciones urinarias
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Sangrado leve tras el coito
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Disminución del deseo sexual relacionada con el malestar físico
Estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida, no solo a nivel físico, sino también en el ámbito emocional y de pareja, provocando una disminución de la autoestima y del bienestar general.
¿Tiene solución? Opciones de tratamiento
La buena noticia es que la atrofia vaginal sí tiene tratamiento y puede manejarse eficazmente con distintas opciones, dependiendo de las necesidades y características de cada paciente:
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Hidratantes y lubricantes vaginales: ayudan a aliviar la sequedad y las molestias durante las relaciones sexuales. No contienen hormonas y se pueden usar con frecuencia.
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Terapia hormonal local (THL): es el tratamiento más eficaz en casos moderados o graves. Consiste en la aplicación de estrógenos en forma de crema, óvulos o anillos vaginales que actúan directamente sobre el tejido sin afectar significativamente el resto del organismo.
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Tratamientos no hormonales: para mujeres que no pueden recibir estrógenos, existen alternativas como los moduladores del receptor de estrógeno o tratamientos a base de ácido hialurónico.
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Láser vaginal fraccionado o radiofrecuencia: tecnologías de uso ginecológico que estimulan la regeneración del colágeno y mejoran la hidratación, elasticidad y vascularización de la zona íntima. Se aplican en consulta, son indoloros y no requieren hospitalización ni baja médica.
Importancia del diagnóstico precoz
La atrofia vaginal no debe normalizarse. No es solo una molestia pasajera, sino una condición médica con impacto real en la salud física y emocional de la mujer. Por eso, es fundamental acudir al ginecólogo ante los primeros síntomas para valorar el estado del tejido vaginal y establecer el tratamiento más adecuado.
Un enfoque integral en HM Gabinete Velázquez
En HM Gabinete Velázquez, contamos con un equipo especializado en ginecología funcional y salud íntima femenina, que ofrece un enfoque integral, personalizado y respetuoso para el diagnóstico y tratamiento de la atrofia vaginal. Trabajamos con las últimas tecnologías y terapias para devolver a cada paciente su bienestar, su seguridad y su calidad de vida.
Hablar de salud íntima es hablar de salud en mayúsculas. Si presentas alguno de estos síntomas o simplemente quieres hacer una revisión preventiva, no dudes en consultarnos. Estamos para ayudarte.