Ecografía de alta definición en Toledo

La ecografía del aparato genital femenino está encaminada a revisar el útero o matriz, los ovarios y las trompas de manera fiable y rápida. Permite tranquilizar a las pacientes en cuanto a la ausencia de imágenes de patología en las revisiones anuales. En caso de las pacientes que presenten síntomas como sangrados anómalos, dolor, reglas irregulares o dificultades reproductivas, esta técnica ofrece información tremendamente valiosa, que habitualmente permite localizar la causa de esas alteraciones. El rendimiento de esta técnica es muy superior cuando la realizan profesionales expertos, con conocimientos, formación actualizada y experiencia previa en la interpretación de estas imágenes.

Con la ecografía 3D del tracto genital somos capaces de añadir más información a la que aporta la ecografía convencional, dado que podemos hacer una reconstrucción en volumen de la matriz y de sus partes para detectar patología sutil o malformaciones uterinas que de otra manera pasarían desapercibidas. Esta modalidad es por tanto esencial en la valoración de pacientes que están intentando conseguir un embarazo de manera natural o mediante la ayuda de los profesionales de nuestro centro.

Ofrecemos asimismo una técnica que permite la visualización por ecografía de la permeabilidad de las trompas de Falopio, que conectan los ovarios y el útero. Se hace de manera sencilla, sin necesidad de anestesia y sin irradiación, introduciendo una sustancia acuosa a través del cuello uterino que dibuja al cabo de unos minutos el recorrido de las trompas y nos permite valorar su integridad.

Ecografía obstétrica de alta definición en Toledo

La ecografía es una técnica no invasiva, indolora e inocua para el feto. La ecografía de alta definición permite analizar con detalle los distintos órganos y estructuras que se están formando en el bebé, de modo que los padres pueden disfrutar del embarazo confiando en que todo va bien. En caso de que detectemos problemas de manera temprana, esto permite un asesoramiento personalizado, la programación del parto para que el pequeño esté correctamente atendido e incluso, en algunos casos, el tratamiento del feto a través de la madre mejorando así las condiciones en las que éste nacerá.

Los momentos claves para estas exploraciones son tres.

A finales del primer trimestre, entre las semanas 12 y 14 de gestación, podemos ya ver características como la presencia de las cuatro extremidades, la cabecita, la existencia de estómago, vejiga y corazón latiendo adecuadamente. Muchas veces somos ya capaces de visualizar si lo que viene en camino es un niño o una niña.

En torno a la semana 20, el estudio de los órganos internos del bebé es más minucioso, puesto que ya ha crecido lo suficiente como para mostrar más detalles de su desarrollo. Habitualmente podemos informar del sexo con más garantías.

Por último, alrededor de las semanas 34-36, evaluamos el correcto crecimiento del pequeño, la cantidad de líquido amniótico, el estado de la placenta, si la nutrición y el oxígeno que le llegan son los adecuados y terminamos de analizar órganos que se desarrollan de manera más tardía.

Podemos además realizar ecografías en 3D y 4D, en las que los fetos nos muestran la superficie de su cuerpo, las manos, los pies y la carita, y todos sus movimientos y gestos, lo que supone, además de una gran emoción para la familia, una conexión especial que incrementa el vínculo del padre y la madre con su hijo ya desde antes de nacer. El momento ideal para ello se sitúa entre las semanas 26 y 30 de embarazo.