Tic-toc, tic-toc… Nuestro reloj biológico sigue contando los días y con ello el tiempo va pasando y nuestro cuerpo y nuestra mente van evolucionando. Este cambio en nuestro organismo a veces no es algo favorable. Empiezan las situaciones de estrés, ansiedad, disminución de la libido, sequedad vaginal, sofocos, etc.
Todas estas situaciones no son, ni más ni menos, que desequilibrios hormonales que afectan a cada faceta, tanto psíquica como física de nuestro ser.
Si esto es tan fácil, podríamos pensar que el ir añadiendo a nuestro cuerpo lo que le falta, nos daría la solución a estos problemas. Pues lo que parece fácil, conlleva un gran bagaje médico.
Pros y contras de la terapia hormonal de reemplazo
La hormonofobia existente en nuestro país, creada por algunos estudios clínicos, hace compleja la explicación científica a las pacientes, en el sentido de que no todas las hormonas son iguales a las utilizadas en estos estudios y por ello las consecuencias de su utilización no son las mismas.
Utilizar precursores hormonales, bloquear vías de transformación hacia las hormonas que provocan el daño, pueden hacer un gran aliado a nuestro arsenal hormonal.
Otra gran dificultad es la comercialización actual de fármacos con hormonas adecuadas para corregir estas afecciones y evitar o minimizar los efectos secundarios de los mismos.
Cómo conseguir un equilibrio hormonal
Actualmente la utilización de fórmulas magistrales en cremas y pellets (pequeñas porciones de material aglomerado de principio activo y sustrato) como manera de vehiculizar la medicación en nuestro organismo, son la gran innovación, que permitirá mantener un estado de salud físico y psíquico adecuado al realizar la reposición hormonal que nuestro cuerpo nos pide a gritos en determinadas ocasiones.
No hay que aferrarnos a creencias que han quedado atrás, la mujer tiene derecho y capacidad de poder cuidarse, rejuvenecer y a la vez, ver el paso del tiempo desde otro escenario diferente al que estamos acostumbrados a permanecer.
Conocer estos nuevos tratamientos, sin límite de edad y con muy pocas restricciones, con un manejo adecuado por expertos y profesionales médicos, harán que la gran demanda de estos pueda seguir haciendo a nuestras pacientes “eternamente felices”.