Aunque es un nombre al que estamos acostumbrados, el virus del papiloma humano es más complejo que un virus.
Un dato poco conocido es que el virus del papiloma humano, o más conocido como VPH, es un conjunto de virus. Hasta más de 200 tipos de virus diferentes están englobados debajo de esta nomenclatura. Y entre todos esos tipos, un mínimo 40 de ellos pueden afectar a los genitales.
Los VPH están dentro, a su vez, de las conocidas como enfermedades de transmisión sexual. Es por eso que el riesgo de sufrir una VPH se dispara una vez que una persona comienza a ser sexualmente activa. A decir verdad, al haber tantos tipos de virus englobados dentro de los VPH, que el porcentaje de contraer este tipo de infección entre personas sexualmente activas, sobre todo durante sus primeros años de actividad sexual, es muy alto. Sin embargo, la mayor parte de este porcentaje sufre las variantes más leves. De hecho, la mayoría de los virus del papiloma humano desaparecen por sí solos.
Tratamiento de los síntomas del VPH
El problema con los VPH es que no existe una cura contra la enfermedad en específico, sino que sólo se realiza un abordaje sobre los síntomas que produce la enfermedad, que cambian según cada persona. Uno de los síntomas más habituales es la aparición de verrugas, desde verrugas comunes hasta verrugas genitales. Sin embargo, hay muchas veces que no existen síntomas externos o fáciles de detectar y las variantes peligrosas se encuentran muchas veces dentro de ese espectro.
Acudir a la revisión regular con una ginecóloga es fundamental para detectar estos síntomas poco visibles, como aquellos que se dan en el sistema reproductor y obtener tratamiento para los síntomas que pueden verse, como las verrugas. El peligro principal de los virus del papiloma humano es que pueden llegar a causar cáncer. Sobre todo, relacionado con el aparato reproductor tanto en hombres como en mujeres:
- Cáncer de vulva
- Cáncer de cuello uterino
- Cáncer de vagina
- Cáncer de pene
- Cáncer de ano
- Cáncer de garganta u otros tipos de cáncer de boca.
Vacunas y una vida sexual saludable como maneras de prevenir los VPH.
Desde hace más de una década que la vacuna del papiloma está incluida dentro del calendario de vacunación infantil español. Aunque sólo está subvencionado para las niñas, es recomendable la vacunación en ambos géneros. La edad a la que se realiza esta vacunación es alrededor de los 12 años y se pone en dos dosis. Esta vacuna también puede ponérsela mujeres y hombres hasta los 45 años recetada por su médico. Nuestras ginecólogas en Toledo pueden recetarte la vacuna y ponerte las dosis recomendadas con total seguridad en nuestras instalaciones.
Ya que no existe una cura real para los VPH, es muy aconsejable seguir unas pautas saludables dentro de la vida sexual, tales como utilizar preservativos. Y, por supuesto, acudir a un especialista en ginecología ante la sospecha de haber contagiado una variante para realizar una revisión. Nuestras ginecólogas pueden hacerte las pruebas pertinentes para saber si tienes el virus y ayudarte en el tratamiento de sus síntomas. Reserva ya tu cita con nosotras.