La menopausia es un proceso natural en la vida de una mujer que marca el final de su capacidad reproductiva. Se define como el cese permanente de la menstruación y ocurre cuando los ovarios dejan de producir hormonas reproductivas, como los estrógenos y la progesterona. Se considera oficialmente que una mujer ha alcanzado la menopausia cuando ha pasado 12 meses consecutivos sin tener un período menstrual.
Por lo general, la menopausia ocurre entre los 45 y 55 años de edad, pero puede variar. Algunas mujeres pueden experimentar la menopausia antes de los 40 años, lo cual se conoce como menopausia precoz, mientras que otras pueden experimentarla después de los 55 años.
Es un proceso gradual que comienza con la perimenopausia, el período de transición que precede a la menopausia y puede durar varios años. Durante esta etapa, los ovarios comienzan a producir menos estrógenos, y esto puede dar lugar a cambios en el ciclo menstrual y síntomas relacionados. Los primeros signos pueden incluir cambios en la duración y la regularidad del ciclo menstrual, así como síntomas como sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor, dificultad para dormir y sequedad vaginal. Estos síntomas pueden ser leves o más pronunciados y varían en cada mujer. Hay mujeres que no tienen ningún síntoma y hay otras con síntomas muy marcados desde el principio.
Es importante tener en cuenta que la edad de inicio de la menopausia puede estar influenciada por factores genéticos, hereditarios, estilo de vida y condiciones médicas individuales.
¿Qué síntomas suelo presentar en la menopausia?
Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan una variedad de síntomas físicos debido a los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración para cada mujer.
1. Sofocos y sudores nocturnos: los sofocos son una sensación de calor que se extiende por todo el cuerpo, generalmente acompañada de sudoración intensa. Pueden ocurrir tanto durante el día como durante la noche, y algunas mujeres experimentan sudores nocturnos que pueden interrumpir el sueño. Los síntomas ocurren más frecuentes en la parte superior del cuerpo, pero puede producir solo sensación de calor por todo el.
2. Cambios en el ciclo menstrual: estos cambios pueden variar en duración, regularidad y cantidad de sangrado.Durante la perimenopausia, es posible que los ciclos menstruales no sean tan regulares como solían ser. Puedes experimentar períodos más cortos o más largos, y los intervalos entre los períodos pueden volverse más irregulares. También puede haber ciclos en los que no se produce la ovulación, lo que se conoce como anovulación con ausencia de regla
3. Insomnio: es un síntoma común que puede estar asociado con la menopausia. Durante la transición hacia la menopausia y la etapa posmenopáusica, muchas mujeres experimentaron dificultades para conciliar el sueño, mantenerlo durante la noche o despertarse temprano en la mañana. Puede tener varias causas, incluyendo:
4. Sequedad vaginal: es un síntoma común durante la menopausia y está relacionada con los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo de la mujer. Los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede afectar la lubricación natural de la vagina y hacer que los tejidos vaginales se vuelvan más delgados, menos elásticos y más secos.Esta sequedad, puede causar molestias, angustia, picazón y dolor durante las relaciones sexuales, lo que se conoce como dispareunia. También puede causar incomodidad o irritación en la vida diaria. Además de la disminución de estrógenos, otros factores que contribuyen a la sequedad vaginal incluyen el estrés, la ansiedad, ciertos medicamentos etc
5. Irritabilidad: es un síntoma común, está relacionado con los cambios hormonales y otros factores emocionales y físicos que ocurren durante esta etapa de la vida. La fluctuación de los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona disminuyen, lo que puede tener un impacto en el equilibrio hormonal y afectar el estado de ánimo. Puede manifestarse como cambios de humor frecuentes, sentirse fácilmente frustrada, impaciente, irritable o con una menor tolerancia a situaciones que antes no te afectarán tanto. Otros factores pueden contribuir la como el estrés, la falta de sueño, los cambios en la vida personal o laboral, y los síntomas físicos asociados con la menopausia, como los sofocos y la sequedad vaginal que dificultan las relaciones.
6. Aumento de peso: es un problema común que muchas mujeres experimentan durante esta etapa. el metabolismo tiende a disminuir y especialmente por la disminución de los niveles de estrógeno, cambia la distribución de la grasa corporal y un aumento de peso, especialmente alrededor del abdomen.
7. Cambios hormonales: la disminución de los niveles de estrógeno puede afectar el metabolismo y la forma en que el cuerpo almacena la grasa. Se ha observado que hay un cambio en la distribución de la grasa hacia el área abdominal, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Además, el metabolismo basal (la cantidad de calorías que el cuerpo necesita en reposo) tiende a disminuir. Esto significa que tu cuerpo puede quemar menos calorías en reposo, lo que puede contribuir al aumento de peso si no se ajusta la ingesta calórica.
8. Cambios en el estilo de vida: A medida que las mujeres atraviesan la menopausia, es posible que se vuelvan menos activas físicamente debido a los síntomas como los sofocos, la fatiga o las alteraciones del sueño.
9. Cambios en los hábitos alimenticios: Algunas mujeres pueden experimentar cambios en sus hábitos alimenticios durante la menopausia, como un aumento del apetito o antojos de alimentos ricos en calorías. Si no se realizan ajustes en la ingesta de alimentos, esto puede llevar a un aumento de peso.
Es importante destacar que el aumento de peso durante la menopausia no es inevitable y puede ser gestionado.
¿Que puedo hacer para mejorar mi menopausia?
-Mantén una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales. Limita la ingesta de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.
-Controla las porciones: presta atención a las porciones de tus comidas y evita comer en exceso. Mantén un equilibrio calórico adecuado y escucha las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.
-Haz ejercicio regular: el ejercicio regular puede ayudar a mantener el metabolismo activo y controlar el peso. Es bueno en esta edad caminar, nadar, bailar o hacer ejercicio aeróbico y de fuerza.
-Mantén un estilo de vida activo: además del ejercicio, trata de incorporar más actividad física en tu vida diaria, como subir escaleras en lugar de usar el ascensor, caminar en lugar de conducir cortas distancias, o participar en actividades recreativas al aire libre.
-Mantén un peso saludable: mantener un peso saludable durante la menopausia puede tener beneficios para la salud en general. Sin embargo, es importante tener expectativas realistas y enfocarte en tu bienestar en lugar de perseguir un número en la balanza.
Existen diversas opciones para tratar la sequedad vaginal entre las que se incluyen como lubricantes vaginales que pueden proporcionar alivio temporal de la sequedad vaginal durante las relaciones sexuales. Estos productos se aplican directamente en la vagina para ayudar a reducir la fricción y mejorar la comodidad, hay que elegir buenos lubricantes adaptados a la sensibilidad de la zona de la mujer.
Cada vez hay más tratamientos médicos y especialización en la menopausia en nuestro centro, por eso, si tienes síntomas y no mejoran de forma habitual asesórate por el especialista. Hay miles de terapias hormonales y no hormonales que hacen que tu vida continúe de una forma normal.