Las verrugas genitales son comunes y son causadas por ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH). Son molestas, pero se pueden tratar y no son peligrosas.
Son unas formaciones protuberantes de aspecto carnoso, color anaranjado o gris, que se producen a nivel de los genitales externos, son los denominados “condilomas acuminados”.
Suelen ser múltiples y pueden ir desde tamaños milimétricos a varios centímetros, tienen forma de “coliflor”.
¿Por qué se producen las verrugas genitales?
Las verrugas genitales son producidas por el virus del papiloma humano (VPH), las cepas 6 y 11 son las responsables de estos. Existen más de 40 serotipos, unos de ellos pueden provocar el cáncer de cuello uterino y otros son los que provocan esta patología benigna denominadas condilomas.
La mitad de las infecciones de transmisión sexual corresponden con esta patología.
La inmunidad individual es el factor más importante de estas afecciones. Aunque la infección ocurra, si nuestro sistema inmune es adecuado y neutraliza este virus, la infección puede pasar inadvertida, pero si tenemos un sistema inmune debilitado, puede que el virus provoque estas lesiones.
¿Cómo se contagian?
Las verrugas genitales se contagian por el contacto piel a piel con una persona infectada, a menudo durante el sexo vaginal, anal y oral. Las verrugas genitales pueden transmitirse incluso cuando no hay eyaculación (llegar) y sin que el pene penetre en la vagina o el ano. Puedes transmitirlas aun cuando no tengas verrugas ni otros síntomas visibles, aunque es menos frecuente. También pueden transmitirse a un bebé durante el parto vaginal, aunque es algo muy poco frecuente.
Las verrugas genitales son diferentes de las verrugas que pueden aparecer en cualquier otra parte de tu cuerpo. Por lo que no te contagiarás de verrugas genitales por haberte tocado una verruga (o una de tu pareja) que tengas en la mano o en el pie.
Tienes más posibilidades de transmitir verrugas genitales cuando tienes síntomas. Por eso, si notas una verruga, lo mejor es hacerte un examen y recibir tratamiento para ayudar a bajar el riesgo de pasarle las verrugas genitales a tu pareja.
¿Qué síntomas pueden aparecer?
La gran mayoría de las veces, las verrugas genitales son indoloras y asintomáticas, pero en determinadas ocasiones pueden debutar con picor, quemazón, ardor, sangrado de la zona con las relaciones sexuales, etc.
¿Qué tipos de tratamientos existen?
Entre los diferentes tipos de tratamientos están dos grupos principales, los tratamientos médicos y los quirúrgicos de escisión o vaporización de las lesiones.
Entre los primeros tenemos presentaciones de agentes antivíricos, antimitóticos (podofilina, podofilox) en cremas, inductores químicos (ácido tricloroacético) o inmunomoduladores (imiquimod), y nuevas terapias como las sinecatequinas (extracto estandarizado de las hojas de té verde).
Entre las técnicas quirúrgicas, las lesiones pueden ser extirpadas de una manera clásica con tijeras y bisturí, crioterapia con nitrógeno líquido, electrocauterio o láser de Co2. La vaporización con laser de Co2 es altamente eficaz, pero suele reservarse para lesiones extensas y resistentes a otros tratamientos.